LAS BASES DE LA LUNA
No tenés que tomarme
en serio, amor; no todo
el tiempo. Digo cosas
que son las mías. ¡Vaya
a saber si en tu dulce
corazón no se vuelven
indigeribles! Porque
además vos tenés
las tuyas propias. No
ahoguen mis principios
tus visiones. Los gustos
nunca son la Verdad,
y ésta es una bandida.
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