viernes, 23 de febrero de 2018

ANTES ERA DISTINTO


Sufro, como Novalis, 
con ansiedad las horas 
de luz y el movimiento 
en las calles, afuera. 

Pero, al llegar la noche, 
me pacifico y oigo 
las profundas pisadas 
de un animal de bien. 

Entonces se concilian 
de sur a norte los 
anhelos, y la mente 
se calla, y hay un ángel. 

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