LA ESTRELLA DE LA MUERTE, II
Todo está revestido
de asfalto, y ya se sabe
que el horizonte se ha
perdido. Lo que alcanza
nuestra mirada no es
el cielo ni la línea
de los confines, como
en el campo. A lo sumo,
la vereda de enfrente;
no mucho más. Salís
de vacaciones pero
jamás sabrás del sol
de Juanele. Gehena
universal la jungla
de edificios de amianto.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario