domingo, 4 de marzo de 2018

EL MALCRIADO


Como un duende, mi madre 
extiende su cariño 
como un regazo azul 
a través del teléfono. 

Nos ponemos a hablar 
como una lluvia mansa 
que regase la noche 
de consejos y chismes. 

Me trata últimamente 
de Don... ¡Ay, madre mía, 
tu muchacho no supo 
ser como vos soñabas! 

Un cigarrillo. Brumas 
hechas poemas. Gris 
solterón de mascotas. 
Pero vos protegés. 

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