sábado, 7 de abril de 2018

OMITIR ANUNCIO


Escucho Schubert pero 
(YouTube no son cedés, 
y hay que hacer guita) cada 
dos movimientos viene 
la tanda. Colorinche 
y freneticidad 
destrozan esta música 
de azul delicadeza. 
En los viejos salones 
jamás imaginaron 
lo que después harían 
con sus sutiles obras 
nuestra pobre barbarie, 
nuestro culto al estímulo. 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario